Shinrin-yoku en japones significa baños de bosque. Los japoneses los llevan prescribiendo desde los años 80 para favorecer un estado de relajación y salud que en las ciudades se ha perdido.
El hombre es un animal que ha evolucionado en la naturaleza, pero desde 2007 hay mas población mundial que vive en ciudades que en la naturaleza.
Cada vez hay más estudios que demuestran los efectos positivos que la exposición a la naturaleza puede provocar en nuestra salud física y mental. En Japón 1 de cada 4 personas practica la terapia de bosques. Algunas empresas japonesas ofrecen a los trabajadores los baños de bosque.
Baños de bosque
Se trata de respirar el aroma del pino, el canto de los pájaros, el olor a tierra mojada, la hojarasca del roble. Y lo más importante, ser consciente de ello y hacer meditación para potenciar el efecto.
El fisiólogo y antropólogo Yoshifumi Miyazaki, desde la Universidad de Chiba, y el doctor en inmunología Qing Li, del Departamento de Higiene y Salud Publica de la Escuela Médica Nipona, de Tokio, lideran las investigaciones. Los parámetros que han medido revelan que una inmersión de dos horas reduce la presión sanguínea, decrece la concentración de cortisol en la saliva, bajan los niveles de glucosa y se reduce la actividad prefontral. Los estudios deducen que mejora el sistema inmunitario y reducen la ansiedad, la angustia y la fatiga.
Aromaterapia con los niños.
Cuando voy por el campo con mi hija, siempre procuro parar a que reconozca los olores diferentes del bosque. Estos son algunos de los olores más agradables que le enseño:
- En otoño es muy potente el olor a hojas del roble en el suelo, es una mezcla de tierra y hojas. Cuanto más se remueve al pasar andando, más huele.
- Olor a acícula de pino. Cuando llueve aumenta ese olor, si no, es muy agradable coger unas cuantas hojas y machacarlas en las manos.
- Olor a tierra mojada, es una de mis favoritas. El típico olor a tierra mojada proviene de una bacteria inofensiva llamada Streptomyces coelicolor. Este microbio, productor de esporas, se encuentra en la mayoría de los suelos y produce una sustancia llamada geosmina, palabra de origen griego que significa “aroma de la tierra”.
- La hoja del tomillo. Una pasadita con la mano y los niños alucinarán.
- Madera de sabina. Es una de mis favoritas. Madera de color intenso rojizo en su corazón y un olor aromático y superpenetrante y relajante.
Donde darse un baño de bosque en el Valle del Lozoya.
- Abedulares y pinares de Canencia.
- Bosque nórdico de Rascafría.
- Pinares del Puerto de Navafría.
- Sabinar de Lozoya
Rutas para hacer por bosques bonitos con niños: https://monteholiday.com/es/rutas-para-hacer-con-ninos-en-el-puente-de-diciembre/